La rondalla de "Sé lo que hicisteis", el exitoso programa de La Sexta, vuelve este 1 de mayo a los aledaños de Telecinco, con Ángel Martín y sus tunos, para proseguir con la broma televisiva (iniciada por la negativa de la cadena de Mediaset a que capturen imágenes suyas) al hilo de la celebración de sus 500 programas.
Patricia Conde, conductora del programa, quita hierro a la situación, hace hincapié en que todo es una chanza. Este espacio ironiza constantemente sobre la los personajes rosa, se contagia de la misma temática al incorporar en breve a Kiko Rivera, Paquirrín, que a través de la Sexta quiere buscar un oficio como monologuista.
Conde insiste en que nada tiene importancia. Se toma la vida relajadamente esta actriz que hizo un hueco este año para subirse al escenario teatral con la obra de Hitchcock 'Los 39 escalones' y que tanto ríe en pantalla, aunque matiza que es una intérprete, una cómica, y que todo forma parte del guión.
-¿Qué hace Paquirrín con ustedes?
-Eso digo yo, pregúntaselo a Ángel Martín o Dani Mateo, de los que ha salido la idea. Pero por qué no, si quieren mostrar a Paquirrín tal como es de verdad y ofrecer algo constructivo y bonito, me parece bien.
-Vuelven a las puertas de Telecinco. Mire que si se produjera después una fusión de cadenas
-A mí me da igual. Lo que hagan va a estar bien. El programa engancha, funciona, y lo de la tuna no es más que una simple broma sin maldad ¿Qué se fusionan? Pues mira qué bien, bienvenido sea.
-Sigue en el plató tan risueña como siempre. Se ríe con ganas. ¿Es espontáneo, se lo pasa bien o forma parte del espectáculo?
-Es el guión. No soy tan loca como el personaje que hago en el programa, evidentemente. ¿Qué ocurre? Pues que la mezcla del papel que hago, las burradas que digo, las sandeces que me hacen decir, las tonterías tan grandes que ocurren, que las estoy asimilando en directo porque me las dan en el momento porque el guión lo van soltando a trocitos, conduce a que a veces no sé qué va a ocurrir. Hablando mal y pronto, al final me descojono. Pero en el plató estoy como en casa, completamente relajada, entregada a la causa que no es otra que reírnos de nosotros mismos. Me vuelco en la broma.
-¿A usted le gusta la televisión o también se ríe de ella como espectadora?
-Si digo la verdad, no veo la televisión, no tengo tiempo. Para eso hay un grupo importante de personas en el programa, que les llamamos la cueva, redactores que sí ven continuamente la televisión y recopilan vídeos. En todo caso voy al cine cuando puedo.
-Parodian el mundo rosa, el artisteo. ¿Cómo lleva ser usted objeto de paparazzis?
-Lo soporto poco, gracias a Dios porque mi vida no es un circo de exclusivas o de si estoy ahora con uno o con otro. Siempre que he salido en las revistas es porque nos han seguido muchísimo y al final han dado con nosotros. Pero ten por seguro que yo siempre procuraré escaparme. Lo que tiene que llegar a la gente es mi trabajo, lo que hago en el teatro o en la televisión.
-Pero en 'Sé lo que hicisteis' emplean mucho los personajes rosas. No debería tener tantos reparos.
-Nos reímos de la prensa rosa porque es un mundo estúpido en algunos casos. Hay prensa rosa que es muy amable y nada sensacionalista, pero otra muy amarilla. Pero nunca lo pongo fácil. Por ejemplo, jamás hago top-less, ni lo hacía con 14 años.
-Una característica del programa es que destacan las chicas bombón, como usted o Pilar Rubio. ¿Es un aliado a ese buen aspecto físico?
-En Estados Unidos hay actrices cómicas muy guapas que hacen reír, como Cameron Díaz, Jennifer Aniston, Goldie Hawn. ¿Por qué en España no? Somos un poco machistas al considerar que una chica guapa sólo puede ser modelo y no ser inteligente y hacer reír. La belleza es pasajera. Dentro de diez años no podré explotarla pero ahora sí, por supuesto. Me hago la portada de la revista GQ con fotos superelegantes y me río del mundo entero. El físico está por debajo de mi talento y para mí la imagen es un juego.
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